El lado más desconocido de Nico Williams

El lado más desconocido de Nico Williams


Texto: Dídac Peyret - Fotografías: EFE - Edición: Miki Soria
Nicholas Williams Arthuer (21 años, Pamplona) está viviendo el momento más mediático de su carrera. Su explosión en la Eurocopa el verano pasado lo convirtió en un fenómeno global, pero el acuerdo con el Barça de estos días lo ha llevado al siguiente nivel. El delantero del Athletic se ha convertido, junto a Lamine, en el mejor anuncio de la selección, un equipo que se define por la juventud y el juego alegre, y sin domesticar, de sus extremos El Barça sabe que fichar a Nico significa juntar a “dos marcianos que tienen a toda Europa con los ojos como platos dentro de un fútbol cada vez más previsible".
Los dos, además, son la bandera de los nuevos tiempos y la diversidad. Ambos son hijos de inmigrantes: Lamine, de madre guineana y padre marroquí; Williams, de padres ghaneses. Nico tendrá ahora la oportunidad de trasladar al Barça su química con Lamine. La historia de este extremo formado en Lezama no se entiende sin algunos capítulos clave de su vida.

Texto: Dídac Peyret - Fotografías: EFE - Edición: Miki Soria
Nicholas Williams Arthuer (21 años, Pamplona) está viviendo el momento más mediático de su carrera. Su explosión en la Eurocopa el verano pasado lo convirtió en un fenómeno global, pero el acuerdo con el Barça de estos días lo ha llevado al siguiente nivel. El delantero del Athletic se ha convertido, junto a Lamine, en el mejor anuncio de la selección, un equipo que se define por la juventud y el juego alegre, y sin domesticar, de sus extremos El Barça sabe que fichar a Nico significa juntar a “dos marcianos que tienen a toda Europa con los ojos como platos dentro de un fútbol cada vez más previsible".
Los dos, además, son la bandera de los nuevos tiempos y la diversidad. Ambos son hijos de inmigrantes: Lamine, de madre guineana y padre marroquí; Williams, de padres ghaneses. Nico tendrá ahora la oportunidad de trasladar al Barça su química con Lamine. La historia de este extremo formado en Lezama no se entiende sin algunos capítulos clave de su vida.

1.
Una historia llena de adversidades
La historia de Nico no se puede entender sin la figura de su hermano Iñaki. Un tatuaje de su madre recuerda la importancia del núcleo familiar en su historia: “Si quieres ir rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado. Eso somos nosotros”.

Sus padres se conocieron en un campo de refugiados cerca de Acra (capital de Ghana), cruzaron el desierto del Sáhara y saltaron la valla de Melilla con María embarazada de Nico. Estuvieron incluso cerca de ser deportados. Iñaki explicó el proceso en una entrevista que les hizo Del Bosque: "Ellos querían un futuro mejor para sus hijos, pero no sabían que iba a ser tan duro. Venían con la ignorancia de no saber lo que les esperaba por el camino hasta llegar a Melilla. Sufrieron muchísimo y muchos de los que venían en manada se quedaron atrás en el camino, tuvieron que enterrar a gente. Por suerte, gracias a Dios, el destino quiso que gente bondadosa les ayudara".
"Los inmigrantes como mis padres son héroes"
Una historia que Iñaki y Nico no conocieron hasta que fueron creciendo. Sus padres querían protegerles y durante años pensaron que habían llegado en avión. Para Nico, “los inmigrantes como mis padres son héroes”.
El día que se convirtió en el referente del parque por delante de su hermano
A pesar de llevarse ocho años, Nico pronto dejó entrever que tenía más potencial que su hermano Iñaki, uno de los futbolistas más rápidos del mundo, pero sin la versatilidad y talento de su hermano.

Un día, jugando en el parque, Iñaki puso a prueba a su hermano con un reto con los mayores. Así lo recordó Nico en una entrevista en El País: "Yo era muy pequeño, tendría 10 años, y fuimos a jugar al parque con sus amigos. Hicimos equipos y quedamos mi hermano en un lado y yo en el otro. Iñaki me picaba: 'No vas a hacer nada, ya verás con los mayores… No tienes que jugar porque te van a dar palos'. Y al final acabamos ganando. Sus colegas venían a jugar conmigo. No querían jugar más con él".
Las rastas y sus señas de identidad
Nico Williams es uno de esos futbolistas que quedan bien en las portadas de las revistas. Su imagen es muy potente, y las rastas, una de sus señas de identidad. Desde hace meses luce un peinado que no es del agrado de su hermano Iñaki (“¿Cuándo te vas a quitar las patatas fritas?", reconoce que le dice a menudo), pero Nico ya avisó que no estaba dispuesto a renunciar a ella. Ni siquiera ganando la Eurocopa y así ha seguido. "Pensaba: necesito algo nuevo en mi vida. Me decidí por esto. Y está bien".
La historia de Nico no se puede entender sin la figura de su hermano Iñaki. Un tatuaje de su madre recuerda la importancia del núcleo familiar en su historia: “Si quieres ir rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado. Eso somos nosotros”.

Sus padres se conocieron en un campo de refugiados cerca de Acra (capital de Ghana), cruzaron el desierto del Sáhara y saltaron la valla de Melilla con María embarazada de Nico. Estuvieron incluso cerca de ser deportados. Iñaki explicó el proceso en una entrevista que les hizo Del Bosque: "Ellos querían un futuro mejor para sus hijos, pero no sabían que iba a ser tan duro. Venían con la ignorancia de no saber lo que les esperaba por el camino hasta llegar a Melilla. Sufrieron muchísimo y muchos de los que venían en manada se quedaron atrás en el camino, tuvieron que enterrar a gente. Por suerte, gracias a Dios, el destino quiso que gente bondadosa les ayudara".
"Los inmigrantes como mis padres son héroes"
Una historia que Iñaki y Nico no conocieron hasta que fueron creciendo. Sus padres querían protegerles y durante años pensaron que habían llegado en avión. Para Nico, “los inmigrantes como mis padres son héroes”.
El día que se convirtió en el referente del parque por delante de su hermano
A pesar de llevarse ocho años, Nico pronto dejó entrever que tenía más potencial que su hermano Iñaki, uno de los futbolistas más rápidos del mundo, pero sin la versatilidad y talento de su hermano.

Un día, jugando en el parque, Iñaki puso a prueba a su hermano con un reto con los mayores. Así lo recordó Nico en una entrevista en El País: "Yo era muy pequeño, tendría 10 años, y fuimos a jugar al parque con sus amigos. Hicimos equipos y quedamos mi hermano en un lado y yo en el otro. Iñaki me picaba: 'No vas a hacer nada, ya verás con los mayores… No tienes que jugar porque te van a dar palos'. Y al final acabamos ganando. Sus colegas venían a jugar conmigo. No querían jugar más con él".
Las rastas y sus señas de identidad
Nico Williams es uno de esos futbolistas que quedan bien en las portadas de las revistas. Su imagen es muy potente, y las rastas, una de sus señas de identidad. Desde hace meses luce un peinado que no es del agrado de su hermano Iñaki (“¿Cuándo te vas a quitar las patatas fritas?", reconoce que le dice a menudo), pero Nico ya avisó que no estaba dispuesto a renunciar a ella. Ni siquiera ganando la Eurocopa y así ha seguido. "Pensaba: necesito algo nuevo en mi vida. Me decidí por esto. Y está bien".





Su mentalidad en los grandes escenarios
Otra de las señas de su identidad es la mentalidad ganadora. A pesar de reconocer que es una persona más nerviosa que Lamine, ha trabajado para saber competir en los grandes escenarios. “Tienes que tener personalidad. Si quieres ser uno de los más grandes, no puedes estar nervioso en estas citas. Tienes que tener personalidad, tienes que ser tú mismo, demostrar que vales para esos partidos y que puedes ser muy grande”.
"Si quieres ser uno de los más grandes, no puedes estar nervioso en estas citas"
Un cambio de posición decisivo
Nico ha explotado jugando como extremo izquierdo, pero no siempre fue así. Durante mucho tiempo, su posición habitual fue la banda derecha, pero Luis Enrique y Valverde lo probaron en la izquierda. “La primera vez se me hizo bastante raro. No estaba acostumbrado. Pero creo que el cambio me ha favorecido. Toda la vida he jugado en la banda derecha, y era un cambio que creo que necesitaba. En banda derecha tengo más posiciones para centrar. En cambio, por la izquierda, para tirar. Uso bien la pierna izquierda, pero para mí es mejor jugar a banda cambiada. Me puedo meter para adentro y chutar. Me siento más cómodo en la banda izquierda. Me giro mejor y manejo mejor los espacios".
Valverde vio claramente que cambiarlo hacerlo jugar a pierna cambiada era potenciar su desequilibrio. “Un acierto increíble del míster”, reconoció en una entrevista a El País el verano pasado. “Ernesto decidió que tenía que cambiar de banda, que podía meter muchos más goles jugando a pierna cambiada, que iba a jugar más natural. Y acertó. Me costó un poco, se me hizo un poco extraño. Siempre había jugado de delantero, de extremo derecho, nunca a pierna cambiada”.
Una habilidad desconocida y su comida favorita
En una entrevista con la revista Esquire, preguntado por qué habría sido de no haber podido dedicarse al fútbol, desveló una de sus habilidades menos conocidas: “Gracias al fútbol he descubierto el trabajo de los fisioterapeutas. Lezama es una familia y al final te fijas mucho en el trabajo que hacen los demás, y lo que hacen los fisios me gusta. Además, a veces les doy algún masaje a mis compañeros y, por lo que me han dicho, tengo buenas manos”.
Otra de sus pasiones es la comida. Y aquí se notan sus raíces: "Mi plato favorito es el fufú. Nadie va a saber lo que es, pero es una comida típica de África que me hace mi madre y que me viene muy bien para los partidos”.

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Un Ferrari con velocidad punta: 33,8 km/h
Esta fue la velocidad a la que llegó Nico Williams para superar a Giovanni Di Lorenzo en el duelo ante Italia en la Eurocopa. "Me sentí increíble", aseguró. El extremo reconoce que está disfrutando con la libertad que le está dando De la Fuente: “Con Luis Enrique se trataba más de combinaciones", apuntó. Nico disfruta cuando puede encarar. "Un regate es como jugar en el parque cuando eres un niño".

2.
El encaje futbolístico y los efectos colaterales

Nico Williams se ha convertido hace solo unas semanas en el gran objetivo del Barça para reforzar el extremo izquierdo. El gesto del futbolista, que instó a su representante a reunirse con Deco, provocó un giro de los acontecimientos. Tanto es así que Laporta, que era el más reacio a volver a intentar su fichaje tras el "no" del verano pasado, ha dado luz verde a su incorporación. La situación económica del Barça y la posición del Athletic, que no está dispuesto a cobrar la cláusula a plazos, invitan a pensar que el verano será largo. Varios jugadores azulgranas como Lamine y Balde ya han hecho algún guiño al futbolista en las redes en clave Barça.

Pero, ¿qué efectos colaterales tendría su fichaje? La primera cuestión es si Nico Williams vendría para ser titular. Cuesta pensar que un fichaje de alrededor de 60 millones venga para ser suplente, aunque de entrada apunta a alternativa a Raphinha.
El debate se está centrando sobre todo en esta dirección: en cómo puede afectar el fichaje de un futbolista como Nico al brasileño, que viene de jugar a un nivel de Balón de Oro esta temporada (24 goles y 25 asistencias). Pero en realidad, su presencia podría tener un efecto más directo en otros jugadores que, de momento, están en los márgenes de la discusión...
¿Cómo puede afectar la llegada de Nico Williams al proyecto del Barça?
Analizamos en qué aspectos puede influir el fichaje del extremo navarro al universo blaugrana de las próximas temporadas. ¿A quién beneficia? ¿A quién perjudica? ¿Cómo encajará Flick las piezas? ¿Qué impacto tendrá en los próximos movimientos de mercado?
Raphinha y Nico, en el Barça de Flick 2.0
De entrada, Raphinha y Nico son compatibles porque son futbolistas muy distintos. Una posibilidad que seguro Flick tiene en la cabeza –porque ya lo vimos esta temporada– es que el brasileño ocupe la posición de mediapunta.
Con Raphinha en la tercera altura del mediocampo, Nico podría ocupar la banda izquierda. El futbolista del Athletic es un especialista. Un extremo que no explora tanto el juego interior como Raphinha; un futbolista que, además, basa mucho más su juego en buscar el uno contra uno: 97,7 regates la temporada 2024-25, por los 58,6 del brasileño. Lo que sí comparten es la profundidad sin balón (son dos extremos muy agresivos al espacio) y la posibilidad de jugar en las dos bandas.
Con Nico, Flick también ganaría una alternativa más para dar descanso a Lamine con un jugador que también es un especialista del regate. En su primera temporada con Flick, Raphinha ha marcado diferencias sobre todo jugando por dentro, con Balde abriendo el campo en su banda, así que no sería un cambio muy sustancial pasar a jugar con regularidad como mediapunta.
¿Un nuevo escenario para Olmo?
Con este movimiento, todo apuntaría a que Olmo podría ser el gran perjudicado, pero hay un matiz importante: Flick ya empezó a probar al ex del Leipzig como falso nueve, y Lewandowski vivirá la última temporada de su contrato. La polivalencia de Olmo (puede jugar de 10, de 9 o de falso extremo) ofrece muchas posibilidades al técnico alemán.
Más allá de Olmo, un cambio de posición de Raphinha también tendría efectos colaterales en jugadores como Fermín o Gavi, que forman parte de la línea con mayor overbooking del equipo. De momento, Fermín, uno de los jugadores más apetecibles de la plantilla, está convencido de seguir a pesar de propuestas interesantes como las del Bayern. El mediapunta ya terminó la temporada pasada compitiendo de tú a tú con Olmo, y habrá que ver cómo Flick le encuentra un escenario para que juegue con regularidad.
¿La reconversión de Lamine?
La llegada de Nico también podría provocar algunos cambios en los hábitos de algunos jugadores en el Barça de Flick. Lamine podría ser, en este sentido, uno de los más beneficiados. Ya se ha visto con la selección: la presencia de Nico, que obliga a los rivales a duplicar las vigilancias, le permite estar más liberado. Además, al ser más extremo-extremo, podría seguir su conversión cada vez más clara a ocupar zonas interiores con más regularidad.

El propio Nico explicó así cómo les beneficia a los dos estar juntos en el campo. “Jugando con Lamine, si uno no brilla, brilla el otro, porque se concentran más en una banda que en la otra. Nos complementamos muy bien. Si hay un día que yo estoy desaparecido es porque él está brillando y al revés”, apuntó. “Me viene de lujo un extremo que es parecido a mí, que es regateador. Va a acumular mucha gente en su lado y van a quedarme a mí situaciones de uno para uno con el lateral. Y lo mismo él”.
Nico también es uno de los futbolistas que mejor lee los pases al espacio de Lamine, que tiene un guante para potenciar a futbolistas que son buenos con los desmarques en ruptura sin balón. Otro futbolista que vería afectadas algunas de sus dinámicas es Balde, que al lado de un futbolista como Raphinha tenía que centrarse muchísimo en abrir el campo y jugar más pegado a la línea. Con Nico podría probar más aventuras por dentro, aunque perdería las ayudas defensivas constantes de Raphinha.
El futuro del '9'
En algunas entrevistas, Deco dejó entrever que el fichaje de un '9' no era una prioridad en los últimos años. Y recordó a algunos equipos protagonistas en la última Champions, como el PSG o el Arsenal, que han jugado sin un '9' especialista. Su interés por Luis Díaz (un extremo que puede jugar de '9' y el favorito de Deco) iba justamente en esta dirección, pero, si finalmente el fichaje es Nico Williams, podría cambiar el panorama.
El fichaje del jugador del Athletic podría abrir las puertas a la posibilidad de incorporar un '9' la temporada 2026-27, un verano, por cierto, en el que habrá elecciones y Laporta tiene previsto presentarse.
¿Cómo puede afectar la llegada de Nico Williams al proyecto del Barça?
Analizamos en qué aspectos puede influir el fichaje del extremo navarro al universo blaugrana de las próximas temporadas. ¿A quién beneficia? ¿A quién perjudica? ¿Cómo encajará Flick las piezas? ¿Qué impacto tendrá en los próximos movimientos de mercado?
Raphinha y Nico, en el Barça de Flick 2.0
De entrada, Raphinha y Nico son compatibles porque son futbolistas muy distintos. Una posibilidad que seguro Flick tiene en la cabeza –porque ya lo vimos esta temporada– es que el brasileño ocupe la posición de mediapunta.
Con Raphinha en la tercera altura del mediocampo, Nico podría ocupar la banda izquierda. El futbolista del Athletic es un especialista. Un extremo que no explora tanto el juego interior como Raphinha; un futbolista que, además, basa mucho más su juego en buscar el uno contra uno: 97,7 regates la temporada 2024-25, por los 58,6 del brasileño. Lo que sí comparten es la profundidad sin balón (son dos extremos muy agresivos al espacio) y la posibilidad de jugar en las dos bandas.
Con Nico, Flick también ganaría una alternativa más para dar descanso a Lamine con un jugador que también es un especialista del regate. En su primera temporada con Flick, Raphinha ha marcado diferencias sobre todo jugando por dentro, con Balde abriendo el campo en su banda, así que no sería un cambio muy sustancial pasar a jugar con regularidad como mediapunta.
¿Un nuevo escenario para Olmo?
Con este movimiento, todo apuntaría a que Olmo podría ser el gran perjudicado, pero hay un matiz importante: Flick ya empezó a probar al ex del Leipzig como falso nueve, y Lewandowski vivirá la última temporada de su contrato. La polivalencia de Olmo (puede jugar de 10, de 9 o de falso extremo) ofrece muchas posibilidades al técnico alemán.
Más allá de Olmo, un cambio de posición de Raphinha también tendría efectos colaterales en jugadores como Fermín o Gavi, que forman parte de la línea con mayor overbooking del equipo. De momento, Fermín, uno de los jugadores más apetecibles de la plantilla, está convencido de seguir a pesar de propuestas interesantes como las del Bayern. El mediapunta ya terminó la temporada pasada compitiendo de tú a tú con Olmo, y habrá que ver cómo Flick le encuentra un escenario para que juegue con regularidad.
¿La reconversión de Lamine?
La llegada de Nico también podría provocar algunos cambios en los hábitos de algunos jugadores en el Barça de Flick. Lamine podría ser, en este sentido, uno de los más beneficiados. Ya se ha visto con la selección: la presencia de Nico, que obliga a los rivales a duplicar las vigilancias, le permite estar más liberado. Además, al ser más extremo-extremo, podría seguir su conversión cada vez más clara a ocupar zonas interiores con más regularidad.

El propio Nico explicó así cómo les beneficia a los dos estar juntos en el campo. “Jugando con Lamine, si uno no brilla, brilla el otro, porque se concentran más en una banda que en la otra. Nos complementamos muy bien. Si hay un día que yo estoy desaparecido es porque él está brillando y al revés”, apuntó. “Me viene de lujo un extremo que es parecido a mí, que es regateador. Va a acumular mucha gente en su lado y van a quedarme a mí situaciones de uno para uno con el lateral. Y lo mismo él”.
Nico también es uno de los futbolistas que mejor lee los pases al espacio de Lamine, que tiene un guante para potenciar a futbolistas que son buenos con los desmarques en ruptura sin balón. Otro futbolista que vería afectadas algunas de sus dinámicas es Balde, que al lado de un futbolista como Raphinha tenía que centrarse muchísimo en abrir el campo y jugar más pegado a la línea. Con Nico podría probar más aventuras por dentro, aunque perdería las ayudas defensivas constantes de Raphinha.
El futuro del '9'
En algunas entrevistas, Deco dejó entrever que el fichaje de un '9' no era una prioridad en los últimos años. Y recordó a algunos equipos protagonistas en la última Champions, como el PSG o el Arsenal, que han jugado sin un '9' especialista. Su interés por Luis Díaz (un extremo que puede jugar de '9' y el favorito de Deco) iba justamente en esta dirección, pero, si finalmente el fichaje es Nico Williams, podría cambiar el panorama.
El fichaje del jugador del Athletic podría abrir las puertas a la posibilidad de incorporar un '9' la temporada 2026-27, un verano, por cierto, en el que habrá elecciones y Laporta tiene previsto presentarse.